miércoles, 29 de agosto de 2012

Mi experiencia en Selectividad

Hola a todos y todas de nuevo. Ya habéis podido comprobar que la anterior entrada comenzó como una diario de mi Selectividad, y terminó como una recopilación de consejos. Esta vez no me ocurrirá de nuevo, lo prometo.

La Selectividad para mí fue una experiencia intensísima en todos los sentidos. Fue una prueba inconsciente para mis nervios; creía que no estaba nerviosa y dormía bien, pero durante los exámenes me dolía la cabeza y tenía un hambre voraz.

Además, yo tengo una manía antes de los exámenes, y si no lo hago me pongo aún más nerviosa de lo que ya estoy. Necesito echarle un vistazo rápido a los apuntes o el subrayado del libro antes de ponerme a escribir. En Selectividad lo hice, por supuesto. Hay gente que opina que el último repasillo es absolutamente inútil, pero yo creo que no. Obviamente, es muy difícil aprobar un exámen sólo con ese repasillo, pero a mí me dio confianza.

Los profesores que nos vigilaron fueron muy simpáticos el primer día, y no tuvieron demasiadas exigencias con nosotros. Nos dejaron 5 minutillos más al final, y respondieron muy amables a todas nuestras preguntas. Los del segundo día, en cambio, fueron horrorosos. Nos chillaron varias veces y nos obligaron (con la ansiedad que caracteriza a ciertos maestros y maestras, fijo que os habéis cruzado con alguno en vuestra vida) a dejar todas la mochilas, chaquetas... en la tarima. Y los del tercer día no los recuerdo, por lo que no debieron de impresionarme mucho.

Por lo demás, recuerdo el nerviosismo natural de este tipo de experiencias, y creo que lo sobrellevé bastante bien. Excepto en el exámen de matemáticas, porque no estaba dibujando bien una función y me agobié. Como podéis suponer, suspendí el exámen.

La verdad es que al terminar sentí una felicidad tan inmensa que quise gritarle al mundo que era libre, y fue una sensación espectacular. Y podría sacar la conclusión de que mi horrible 2º de BAC y los 3 días de ansiedad y nervios a flor de piel merecieron la pena sólo por sentirme la persona más feliz, libre y valoradora de pequeños instantes del universo al terminar con todo, pero no sé si sería verdad.

Aunque lo cierto es que jamás había disfrutado tanto de mi tiempo libre como cuando comezaron mis vacaciones. Saber que no tienes ya más deber mi objetivo que disfrutar te hace sentirte ligera como una pluma, como si algún alma caritativa te hubiera quitado un gran peso de encima. Realmente, sientes aliviarse la presión.

Luego viene la fase en que se publican los resultados de la prueba y, de repente, la perspectiva no es tan maravillosa. Porque consigues menos de lo que te esperabas (así fue en mi caso) y se te cae el mundo encima solo de pensar que no vas a entrar en lo que has soñado durante meses. Entonces únicamente queda respirar hondo y olvidarse del tema hasta la fecha de publicación de las listas de admisión para poder disfrutar del verano ganado a pulso.

Yo conseguí lo que quería, entré a Medicina en la Universidad de mi CA, por lo que yo sí que he podido vivir de verdad desde que lo supe. Otros, lamentable e injustamente, no pueden decir lo mismo.

Veo que la entrada se alarga peligrosamente, o sea que lo dejo ya. Como siempre, ¡preguntad lo que queráis! ¡Hasta la próxima!

jueves, 23 de agosto de 2012

Consejos para Selectividad

Hola, chic@s. Aquí estamos de nuevo. Esta vez os voy a hablar de cómo fue para mí la Selectividad o PAU, ese exámen para el que te preparan durante todo 2º de BAC y ante el que tiembla media España todos los junios.
Y es que no es para menos. No intento asustaros, pero la realidad es que, por muy buen curso que hayáis llevado, la PAU os puede arruinar vuestros planes. Pero no tanto porque las pruebas sean difíciles, sino por las correcciones.
Por si no lo sabíais, hay correctores que son profesores de instituto y correctores que son profesores de universidad. La nota varía mucho según quién te examine, ya que el nivel exigido por los profes de la uni es mayor que el exigido por los de instituto. Lo que significa que las probabilidades de que te toque un profe de instituto y sacar más o menos la misma nota que durante el curso son bastante bajas (más de lo que deberían, creo yo).
Pero como no se puede controlar al examinador ni su humor al corregir, centraos en lo que está en vuestras manos. Es decir:
- Intentad sacar la mayor media posible durante 1º y 2º de BAC. Lo que no quiere decir que os llevéis un agobión por que suspendáis un exámen o saquéis poca nota, porque realmente no supone una parte importante de vuestra nota final. Sin embargo, sí que creo que es determinante presentarse a subir nota, por dos razones. La primera, porque si subís la nota obtendréis mayor media. Y la segunda, porque cuantas más veces estudiéis los temas mejor los recordaréis en PAU.
- Escribid rápido. Esto es algo que yo he tenido que apreneder a la fuerza y corriendo (y sudando sangre, para qué negarlo), y es muy muy importante. En Selectividad os dejarán (al menos así ha sido hasta ahora) 1h y 30 min para hacer cada exámen, sea de la materia que sea. Por lo tanto, escribir rápido es requisito indispensable para terminarlo a tiempo o incluso para poder repasar.
-Escribid limpio. Un exámen limpio y ordenado es vuestra mejor carta de presentación. Y es que el corrector o correctora no sabe si sois chicos o chicas, morenos o rubios, qué nota sacáis ni qué carrera queréis estudiar, Sólo sabe que sois una labor a hacer que lo cansa y tras la cual tendrá otras 150 iguales por corregir. Así que mejor facilitádle la tarea para que no os puntúe de demasiado mal talante.
-No sé qué deciros sobre los repasos de última hora, porque hay gente a la que no le sirvió para nada, pero sinceramente a mí me tranquiliza ese último barrido rápido antes de entrar. Eso sí, no esperéis aprenderos  todo un curso en 2 días, porque además iréis nerviosos si creéis que no os lo sabéis.

Y nada más por esta vez. Espero que os sirvan mis consejor, y ya os contaré en otra entrada mi experiencia en Selectividad. ¡Hata otra!

miércoles, 22 de agosto de 2012

Primeras palabras

Bueno, aquí estoy, dispuesta a contaros mis primeras experiencias. Quiero hacer este blog por vosotros y por mí, porque yo necesito escribir y espero que a alguien le sirva lo que hago.

Esta es la situación: tengo 17 años, cumpliré 18 a finales de este año, y como millones de chicos y chicas en el mundo, empiezo la universidad en septiembre. Tras un año preparándome para la maldita PAU (más conocida como Selectividad), he conseguido lo que me proponía: entrar en Medicina.
Así que aquí estoy, con sentimientos contrapuestos ante ese gran animal que a veces es monstruo y otras amigo llamado "la vida real" para la que parece que empiezo a contar de verdad. Ya puedo votar (no este año pero sí el siguiente), tener responsabilidades legales, conducir... Y eso da miedo. Mucho miedo. Pero también ilusiona. Por algún motivo, la vida universitaria se me antoja mucho más atrayente que la vida escolar.

Toda esta palabrería viene a decir que voy a contaros en este blog mis experiencias en la universidad y en la carrera que comienzo, desde descripciones y anécdotas a cómo son las clases y las prácticas. Y creédme cuando os digo que deseo de verdad que alguien les saque provecho a mis entradas.

Y nada más por hoy, creo que ya he escrito suficiente. Ya os iré contando todo lo que me ocurra a partir de ahora.Y como no he vivido demasiado, pero algo ya sé, podéis preguntarme lo que queráis =)