Lisboa en 7 días #2

Buenas nochees :)

Esta entrada voy a dedicarla a terminar de contaros mi viaje, y ya a partir del lunes... ¡vuelve la Medicina! :D

Día 4 

- Montamos en el tren a Sintra en la estación del Rossio a las 8:38 de la mañana. 

Tardamos como media hora en llegar hasta allí; es la última parada.

- Cuando llegamos allí, una familia muy amable nos indicó que para llegar al Palacio da Pena nos salía mejor de precio montar en taxi que en autobús, ya que en autobús nos cobrarían 5 euros a cada una, mientras que el taxi sería sobre unos 7 euros entre las 4. Y así fue, nos cobró 6'5 euros, que entre todas salió muy bien de precio. 

- Una vez en el Palacio da Pena, pagamos 25 euros por la entrada al Palacio da Pena, la entrada al Palacio Nacional y dos billetes de autobús para subir y bajar al Palacio da Pena. 

- En Da Pena estuvimos alrededor de 2 horas y media: sacamos muchas fotos, admiramos el edificio (es muy bonito, de colores), leímos todo lo que se puede leer en los paneles informativos y recorrimos el Palacio de arriba  a abajo, embobadas con la belleza de las habitaciones y estancias. 

- Montamos en otro taxi hasta la Quinta da Regaleira (otros 6'5 euros entre las 4). La Quinta está a 5 minutos del centro de Sintra, por lo que no tuvimos que pagar ningún otro medio de transporte más hasta que volvimos en tren. 

Comimos en frente de la Quinta, sentadas en un banco. Nada más terminamos entramos a la finca, porque queríamos ver el Nacional después y también poder callejear, y en Portugal las tiendas cierran sobre las 6 ó las 7. La entrada fue 4 euros con tarjeta de estudiante o carnet joven.

La Quinta da Regaleira es un sitio muy especial; místico y relajante, misterioso y escalofriante, todo al mismo tiempo. Tiene recovecos y rincones mágicos escondidos por todas partes. Dentro de la mansión también hay paneles informativos que dan información sobre los propietarios y la construcción de la casa.

Nos llevó como 2 horas y 15 minutos verla.

- Callejeando, llegamos hasta el Palacio Nacional.

Es más pequeño y está menos amueblado que Da Pena, así que en 40 minutos estábamos fuera. Nos gustó, pero Da Pena y la Quinta nos gustaron más.

- Callejeamos y entramos a las tiendas otro buen rato más, y ya tiramos para la estación de tren. Supongo que lo normal es tardar unos 15 minutos, pero nosotras tardamos 25- 30 minutos porque nos equivocamos de calle. Además, también nos entretuvimos con la cámara de fotos xD

- Vuelta a Rossio, algunas compras y fin de la jornada.

Día 5

- Madrugamos porque queríamos montar en el tranvía 28 (el clásico que hoy día es muy turístico) y preferíamos hacerlo con el tranvía más bien vacío para poder disfrutarlo a fondo. 

El tranvía en sí es único, pero el viaje me decepcionó. Deben de haber cambiado la ruta, porque no pasamos pegaditos pegaditos a las paredes de las casas que si pasa una persona ya no cabe el tranvía (como se suponía que íbamos a hacer), sino por calles poco turísticas y poco cuidadas (o al menos esa fue la impresión que me dieron) calles de Alfama. Aún y todo, os recomiendo que montéis porque el tranvía ya os digo que es muy cuco y especial. 

- Bajamos en en Largo da Portas do Sol, y fuimos andando hasta el Castillo de San Jorge. La entrada con el carnet de estudiante nos salió por 5 euros a cada una. 

Como teníamos un plano, emprendimos la visita primero por "dentro" y luego por "fuera", por las murallas. Hacía un sol increíble, un cielo azul sin media nube y un calor horroroso. Pero aguantamos, que para eso somos jóvenes y fuertes :P 

Tuvimos que esperar un rato de cola para entrar en la atracción turística llamada "Lisboa en 360º", pero mereció la pena. Es un mecanismo que refleja las vistas desde una de las torres del Castillo en 360º en una plataforma cóncava en una habitación a oscuras. En reumen: ves Lisboa a tiempo real mientras la guía te explica qué estas viendo y alguna que otra curiosidad. La verdad es que está bonito. Dura una media hora, y cada turno es en un idioma: portugués, inglés o español. De forma que si perdéis un turno de español, tendréis que esperar una hora y media o escuchar la explicación en alguno de los otros dos idiomas. 

Hay en el Castillo una exposición sobre los pueblos que lo habitaron a lo largo de los siglos: fenicios, griegos, cartagineses, romanos, bárbaros, musulmanes y por último cristianos. Impresionante.

- Comimos en el terreno del propio Castillo (está muy urbanizado; demasiado, para mi gusto. Hay zonas que no sabes si son antiguas o nuevas).

- A la tarde emprendimos el camino por Alfama para llegar al Panteón Nacional. Bien, pues nos perdimos. Preguntamos a mucha gente y al final estábamos hechas un lío absoluto. Total, que nos encontramos de golpe y porrazo con la Iglesia de Nuestra Señora de Gracia y nos dijimos: "Pues  a esta entramos". Eso sí, una auténtica preciosidad de iglesia. Después nos tomamos algo en una terracita cercana, y ya tiramos para el hotel, porque queríamos descansar para salir esa noche. 

- Fuimos a cenar Bacalao a Bras; es uno de los platos típicos del lugar, según nos dijo la guía. Está muy rico, pero llena bastante si te lo comes todo. Lleva bacalao mezclado con huevo y recubierto por un montón de mini patatas fritas caseras; además lo acompañan de ensalada. Eso más bebida y postre fueron unos 15 euros (el bacalao eran unos 9 euros).

Ñam ñam :P

- Nos acercamos  al Hard Rock para tomar algo, y estuvimos un buen rato muy a gusto. Nunca había estado consumiendo y me gustó mucho el ambiente, pero hay que reconocer que es bastante caro (3'5 euros la Coca Cola). 

-Y ya de ahí a la cama, que nos tocaba madrugar al día siguiente también.

Día 6

- Fuimos al Belém en tranvía de nuevo; empezamos por el Monasterio de los Jerónimos. Es una auténtica maravilla, su claustro es uno de los edificios más bonitos que he visto nunca. Nos llevó toda la mañana visitarlo. Desde abajo se puede entrar a la iglesia, que guarda la tumba de Vasco da Gama. 

Por fuera...

y por dentro...

La entrada de Monasterio y Torre de Belém juntas con tarjeta de estudiante nos salió 6 euros. 

- Comimos en uno de los parques delante del Monasterio, a la sombrita :) Estuvimos un buen rato dándole a la sinhueso, la verdad. Eran ya las 15:15 o por ahí cuando nos pusimos en marcha. 

Caminamos hasta la Torre, lo que nos llevó unos 15 minutos bajo un sol abrasador. Cuando llegamos fue un alivio, la verdad :P Como ya teníamos comprada la entrada, no tuvimos que esperar cola.  

Una fotografía preciosa, ¿a que sí? :)

Recorrimos la Torre de arriba a abajo. Es espectacular. 

- Salimos pasadas las 5, y como el Palacio de Ajuda ya había cerrado sus puertas (las tiendas cierran pronto; las atracciones turísticas, también) fuimos tranquilamente al hotel y nos dimos un buen chapuzón en ¡la piscina que hay en la última planta! ¡En la terraza! Unas vistas de alucine. 

Día 7

- Este día lo pasamos entero recorriendo Lisboa en busca de librerías para la guía literaria del otro blog, y de paso paseamos por el Chiado y entramos  a un par de iglesias espectaculares en la Rua Garret (Iglesia de Nuestra Señora de los Mártires, por ejemplo).

- Recogimos las maletas en la consigna del hotel, montamos en otro taxi hasta Santa Apolonia y ¡vuelta a casa! :D El viaje fue un poco más incomodo porque fueron 11 horas de noche en butaca. Yo no podía dormir más de media hora seguida porque no cogía postura, así que leí. ¡Casi me terminé "El temor de un hombre sabio"! ^_^

Y ¡esto ha sido todo, amigos! Espero que os haya gustado y que a alguien le sea útil :)

¡Nos vemos en la siguiente entrada! :)

Iratxe