¡Hola!
Vuelvo a la carga con más rotaciones; en esta ocasión Traumatología y Ortopedia Infantil.
Y algun@s diréis... ¿¿Infantil?? ¿Pero esto no era Trauma? Iratxe, tú ya habías pasado por Pediatría ¿no?
Sí, efectivamente, Pediatría es otra especialidad con otras prácticas.
Pero en la asignatura de Cirugía podemos repartirnos entre nosotros durante las semanas que nos toquen (dos) las distintas especialidades quirúrgicas que conforman la asignatura según nuestras preferencias o sorteo.
Y yo me fui a Trauma Infantil :)
Iratxe, te gustan los niños ¿verdad? Em sí, un poquito, sí (podéis comprobarlo en la entrada de mi rotación por Pediatría).
Mi hospital es especialmente potente en Pediatría y muchas especialidades quirúrgicas tienen un servicio pediátrico incluido en su haber.
Traumatología es una de ellas.
Y preguntaréis ¿qué se hace en Trauma Infantil?
Pues hay un parte de consultas y otra de quirófano; yo pasé por ambas dos y la verdad que son muy diferentes entre sí pero todo tiene lo que para mí distingue a la Traumatología de las otras especialidades: el razonamiento sobre la posición física de las estructuras.
En otras áreas, a la hora de entender una patología, importa más la fisiología de los órganos. Sin embargo, en Trauma (o esta es mi sensación) es tremendamente relevante dónde están colocadas las estructuras respecto de su entorno, porque de ello se deriva el origen y el tratamiento de las distintas patologías o traumatismos.
Volviendo a la Trauma Infantil, se ve mucha patología del desarrollo, tanto de la cadera como de la columna y el pie.
También se tratan tumores óseos, fracturas, la parte que concierne a Trauma de las parálisis cerebrales y otras enfermedades neurológicas...
Algo que me parece fundamental para entender y atender a los niños es tener muy presente que un niño NO es un adulto en miniatura.
Me ha gustado muchísimo eso de esta rotación; ha sido la primera vez en mi vida como estudiante en la que he pasado por una consulta con paciente pediátrico, y es increíble la cantidad de cosas que difieren de la asistencia sanitaria a los adultos.
El cuerpo de los niños es distinto, en la génesis de las enfermedades pesa mucho más la genética y el mal desarrollo y mucho menos los malos hábitos de vida o la degeneración, suelen recuperarse mejor que los adultos pero realizar procedimientos invasivos en niños es muchísimo más cruento que en adultos y por lo tanto hay que pensárselo dos veces antes de pedir determinadas pruebas o abogar por las opciones terapéuticas más agresivas, protestan y lloran mucho y hay que dedicar esfuerzos a entenderles, que te entiendan, que se estén quietos o que te muevan el bracito de esta forma o de la otra cuando tú se lo pidas...
Otro punto a tener en cuenta: hay que tratar con los padres, y hay que tratar bien.
Como médico pediatra (ya seas general o especialista médico o quirúrgico) los tutores del niño, sean sus padres, otros familiares, profesores, educadores sociales... son tus aliados. Son parte del equipo para que ese niño se cure bien. Los necesitas para recabar todos los datos, para tranquilizar y poder explorar al paciente, para asegurarte de que cumple el tratamiento...
Entre esta rotación y la que pasé en la Maternidad he sido testigo de varias formas de tratar con los padres, y me quedo sin duda con la paciencia, la complicidad, la comprensión, la colaboración, el humor, el cariño...
Uno de los momentos estrella de la rotación fue cuando me dejaron explorar yo solita a uno de nuestros pacientes (¡¡yaaay!!); venía para que le controlaran la escoliosis, y ahí estuve yo diciendo: "los pies aquí", "inclínate hacia delante", valorando el test de Adams y haciendo uso de la plomada (es un peso atado a una cuerda. Se coloca el extremo libre de la cuerda a la altura de la vértebra C7 con el paciente erguido con los pies juntos; en una espalda sana el peso, que cae y cuelga en la línea media, debería continuarse con el pliegue interglúteo. Si existe una desviación lateral > 2 cm de la línea de la plomada con respecto al pliegue interglúteo o la columna indicará un desequilibrio de la columna)... Ese día a poco salí cantando de la consulta jajaja
En el quirófano, tuve la oportunidad de ver una cirugía de displasia de caderas y moló mucho porque cuando lo dimos después en clase la teoría cobró sentido en mi cabeza y no tuve ni que estudiarlo después.
¿Carpintería? Pues los cirujanos ejercen mucha fuerza porque su terreno son estructuras muy fuertes, pero al tratar a niños pequeños todo lo hacían con mucho cuidado y, sobre todo, manteniendo lo que os comentaba del razonamiento sobre la posición física de las estructuras.
Me pasó lo mismo con los pies zambos y el método Ponsetti; una vez que los ves en las prácticas cuando después te lo cuentan en clase es como un puzle que encaja.
Vi quitar y colocar varios yesos a niños de diferentes edades, y me maravilló lo diferente que es el paciente pediátrico según el rango de edad. No tiene nada que ver un bebé de tres semanas con uno de seis meses que con un niño de cinco años o un preadolescente de once.
Me habría encantado poder colocar algún yeso yo, pero no pudo ser xD Al menos ayudé a retirar un par de ellos, ¡que ya es algo!
De toda la Traumatología, esta es una de las secciones que más me gusta. Todo lo demás me gustó estudiarlo pero no me llama tanto la atención.
En general me pasa lo mismo con la parte infantil de varias especialidades médico quirúrgicas xD.
¿Vosotr@s habéis rotado alguna vez por Trauma Infantil? ¿Os llama la atención?
Contadme :D
Parece bastante interesante la especialidad! A mí desde siempre me ha gustado la rama pediátrica, pero con la trauma no puedo (odio todo lo que tenga que ver con huesos, me da grimita jajaja), así que por mi parte hasta que rote por aquí creo que descartada.
ResponderEliminarQué guay que te dejaran hacer la prueba a ti, esas pequeñas cosas aportan una satisfacción increíble :)
Yo suponía que existía pero nunca se me había ocurrido que acabaría rotando por ahí, ¡y mira! :D
EliminarJoe que sí. Te confirman que estás en el camino que te llena, te dan motivación para seguir estudiando... Así que hay que quitarse la vergüenza y animarse a participar lo máximo posible.
La verdad es que yo hice fisioterapia y que una enorme parte se enfoca en la pediatría...
ResponderEliminarPero la trauma en sí... no me va nada. Se disfrace como se disfrace... jajaja Otra cosa es la fisioterapia, que el campo de la fisioterapia pediátrica es súper chulo.
Pd: yo llevé un corsé durante 3 años de mi vida (un Milwaukee), así que odiaba al traumatólogo... jaja
Ya, mucha gente odia trauma, en mi clase también jajaja a mí que me parece que hay otras mucho más feas jajaja
EliminarFisio pediátrica, ¡qué bonito!
Puedo comprender por qué jaja
¡¡Hola!!
ResponderEliminarDe entrada, la Trauma es una de las especialidades que no me llaman en absoluto. Todo lo relacionado con el aparato locomotor, en general, me desagrada bastante. Aunque lo cierto es que la Pediatría sí me apasiona, y sí que creo que yo habría hecho como tú, y me habría tirado como una loca a los servicios pediátricos.
¡Me alegro mucho de que hayas disfrutado de la rotación!
Un besazo :)
¡Hola!
EliminarLo tuve claro cuando caí por casualidad en la rotación de anestesia (que tengo pendiente de contar) por el quirófano de pediatría y justo era una operación de trauma jajajaja
¡Gracias!
Un beso :)
Hola!
ResponderEliminarJajajajja la pediatría y tú... love forever xD
La consulta de trauma infantil está interesante, porque es muy distinta a la de los adultos. Me alegra que te lo pasaras bien y vieras la trauma con otros ojos xD.
Un besote!
Jajajaja love forever yo y los niños, acabar de pediatra ya veremos jajaja
EliminarPues sí, estoy muy contenta de tener esta visión. Muy particular jajaja
¡Un besoo!
¡Hola! Yo también tuve la oportunidad y la suerte de rotar 2 semanas por Traumatología Infantil. Simplemente, como en tu caso supongo, los niños son mi punto débil. Quizás algún día pueda trabajar con ellos, a ver que sera del Mir. En fin.
ResponderEliminarLa unica pega que le veo yo a esta bonita subespecialidad, es eso, que es una subespecialidad. La doctora que me toco en practicas me estuvo contando que para llegar a ser traumatólogo infantil tienes que hacer los 5 años de residencia de la trauma general, especializarte durante años y años para que luego, con mucha suerte puedas empezar a ver el mundo de los niños (eso si esta en tu hospital). Aun me estoy planteando si vale la pena o no.
¿Te gustaría a ti? Un saludo y que vaya bien el resto del verano. :)
¡Hola!
EliminarBuf... No lo sé. El día que me toque decidir me plantearé si me merece la pena escoger una especialidad de adultos con parte pediátrica o una pediátrica directamente (o una que no tenga nada que ver con niños xD) porque la primera opción supondría otro montonazo de trabajo, y anda que no llevo currando tiempo ni voy a tener que currar hasta que me jubile, y ya veremos si después.
Así que no lo sé :)
¡Gracias! ¡Mucho ánimo con el MIR!
Un saludo :)