De la tierra de los bichos y los antibióticos vengo.
Ha sido mi rotación más larga hasta ahora, dos meses.
Y lo he notado.
En lo integrada que me he sentido con el resto del equipo (¡Síiii! He sido parte del equipo ;D), lo cómoda que me he sentido en el área de trabajo, poder enterarme POR FIN de todo (no como cuando vas de 10-13 en 4º y 5º y para cuando llegas ya han repasado todos los pacientes y no te enteras de nada xD), ver la evolución de muchos pacientes desde que ingresan hasta que se van de alta pasando por cómo han estado todos los días...
Ha sido muy muy agradable no ser un cactus (mi madre insiste que el cactus más bonito del hospital, pero, en fin, un cactus es un cactus, y además lo dice mi madre que no es muy objetiva) y poder hablar con los pacientes, palpar, auscultar, explorar, hacer minirecaditos, escribir algún evolutivo o historia clínica, coger el teléfono (bueno, lo de coger el teléfono ya es... Yo lo hago con mi mejor intención, evidentemente, pero no os creáis que no he metido la gamba alguna vez).
Si en el fondo mi madre va a tener razón, el cactus más bonito del hospital ;P |
Me he sentido mucho más suelta que en cursos anteriores con los pacientes, y lo he agradecido.
Comprobar que puedo estar tranquila y disfrutar de hablar con ellos o los familiares, ver que efectivamente hay una evolución desde que empecé hasta ahora, aprender de mis errores o de los de al lado (las equivocaciones de los demás enseñan menos pero también enseñan) y hacerlo un poco mejor la vez siguiente (o al menos intentarlo, que en el fondo es lo que cuenta).
Estando en Infecciosas, he aprendido mucho sobre el manejo de antibióticos (qué fármacos atacan qué microorganismos, qué combinaciones son buenas, cuáles son las pautas más comunes...) pero también sobre heridas sobreinfectadas, celulitis, espondilodiscitis, VIH...
Me ha parecido que la patología era muy variada; al fin y al cabo, ¡todo se puede infectar!
Además tengo la sensación de que los pacientes que atendimos eran muy distintos entre sí, con situaciones basales diametralmente opuestas tanto en el terreno cognitivo como en la edad, la pluripatología de base, los problemas familiares y/o sociales o la barrera del idioma.
Y creo que eso es muy bueno para mí como estudiante, porque no tiene nada que ver el trato con unos o con otros y me ha encantado poder absorber como una esponja las distintas formas de actuar de unos u otros miembros de la plantilla.
He podido hasta enseñar, ojo al dato.
A estudiantes más peques, evidentemente.
Sería curioso enseñarle a un residente; y a un adjunto ya ni os cuento.
That's how we change the world. Good people raising their babies right. |
Me ha gustado muchísimo enseñar lo poco que sé. Y no solo enseñar, sino apoyar, animar, resolver dudas de "¿y esta asignatura?", "¿y la academia del MIR?" etc, etc, etc.
Aunque, dándole la vuelta a la tortilla, me he dado cuenta de lo difícil que es enseñar.
Tú estás concentrado en algo que no sabes hacer o sí sabes hacer pero todavía te queda un mundo por aprender para hacerlo mejor (y quieres hacerlo mejor, obviamente, cuando no te están metiendo presión por detrás), estás agobiado porque tienes que llegar a escribir las notas de ingreso y las altas de tropecientos pacientes y además el busca no deja de sonar... y encima tienes que enseñar.
Toma ya.
Que yo sí me considero en la obligación de hacerlo porque los estudiantes de ahora somos los médicos del futuro y porque a mí siempre me ha gustado que me presten atención y me quieran enseñar y me parece lo justo devolver el favor echando un cable a los que vienen detrás, pero reconozco que poniéndome en el lugar de los resis/adjuntos, me parece considerablemente costoso y cansado.
Así que muy satisfecha con esta rotación.
Disfrutar, aprender, mejorar, participar. ¿Qué más se puede pedir?
"Apunta a la luna; si fallas, estarás entre las estrellas" El dibujo lo he encontrado de Pinterest, pero no he podido encontrar de quién es. |
Qué gusto da venir de prácticas y sentir que realmente has aprendido algo. Ánimo con el rotarorio :)
ResponderEliminarSí por cierto :)
Eliminar¡Muchas gracias!
Yo recién comienzo tercer año y aún no voy a hospital, pero me gusta mucho leer tu blog. Me motiva bastante a seguir estudiando :)
ResponderEliminarMe alegro mucho :D ¡Muchísimo ánimo!
Eliminar¡¡Hola, Iratxe!!
ResponderEliminarCuando leo lo de vuestras rotaciones me dais envidia, pero de la buena, eh, que no soy una mala pécora. ¡Tiene que ser una pasada! El otro día coincidí con una veterana de tercero, majísima ella, que me empezó a hablar de lo a gusto que había estado en el rotatorio, de las cosas que había aprendido, ¡y qué subidón de motivación!
Ahora, sin embargo, estoy en el hospital, pero de otro lado, como acompañante, y la experiencia está siendo muy extraña. No puedo evitar intentar entender el vocabulario de los médicos, lo que sale en el monitor, cada papelito y cada constante (el libro de fisiopato se queja de mareos), y, obviamente, pillo cositas sueltas y me angustio más de lo necesario. De todos modos, estoy encontrando muchos referentes de lo que quiero y de lo que no quiero ser.
Por cierto, escribo este comentario en un descanso de los apuntes de Infecciosas, y, de momento, es una asignatura que me está gustando (y emparanoiando más de lo que lo hizo ya Micro).
¡¡Un abrazo gigante!!
¡Hola, Carmen!
EliminarJajajajaja te creo, te creo ;P
Sé de lo que hablas, a mí también me pasó. Es una sensación muy desagradable. Al final yo me consolaba pensando que lo que yo sabía podía valer para explicar algo a mis familiares y rebajar un poco el nivel de angustia.
Eso a mí me parece muy importante; aprender de cómo quieres hacer las cosas es muy motivador, pero ver algo que no te gusta hace que te replantees tus bases y que te comprometas con cómo quieres comportarte.
Jajaja ¡¡el síndrome del estudiante de Medicina!! Nos pasa a todos. A cada uno le pega más por un órgano o parte del cuerpo pero yo creo que todos nos emparanoiamos en cierta medida xD
¡¡Mucho ánimo!!
¡¡Un abrazooo!!
Hace una semana una de las estudiantes que rotó con nosotros hace unos meses, me escribió para agradecerme que les hubiera prestado atención y les hubiera explicado cosas. Es curioso, porque mi sensación era de ir todo el rato a la velocidad de la luz y muchos días pasar completamente de ellas (sin querer... ) Así que la verdad es que me gustó haber podido ayudar en algo.
ResponderEliminarY creo que todos podemos aprender de todos. Los residentes podemos aprender de los estudiantes. Y los adjuntos también. Los pacientes son el mejor libro.
Los estudiantes agradecemos muchísimo cualquier mínimo gesto por vuestra parte; el otro día una resi me daba las gracias por haberla ayudado a escribir una historia clínica, y yo "¿las gracias tú a mí? ¡Pero si me explicas y además me dejas ayudarte!"
EliminarExacto. Como decía el vídeo "Querido yo en primero de Medicina": nunca dejes de aprender.
Un abrazo ;P
¡Bueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeno, ya encarando la parte final! ¡Cómo tiene que molar eso de sentirte parte de el engranaje! ¿Verdad?
ResponderEliminar¡Sigue contando por fa!
Jajajaja don't worry my friend!! ;P
EliminarMucho. Mola mucho :)
Hola, preciosa!
ResponderEliminarQué bueno leerte y verte tan contenta. La verdad es que la rotación en sexto por Interna (infecciosas) es de las más útiles de todo sexto. Yo la tuve la primera y ya casi no me acuerdo xD. Te sientes muy mayor al ayudar a los pequeñines, pero es ley de vida, y me resulta muy entrañable porque a fin de cuentas es pasar el testigo a los que vienen detrás...
Un besote y mucho ánimo y mucha fuerza para estos meses!
¡¡Hola!!
Eliminar¡¡Sí!! Eso es, esa es una palabra muy buena, entrañable :)
¡¡Igualmente!! Nos queda lo más duro de Sexto jajaja el sprint final...
Ay Marina que se acaba :O
Querida Iratxe cuanto tiempo! Me alegro mucho de leerte y verte tan bien. Te sigo
ResponderEliminarUn abrazo grande.
¡Hola, Pablo! Bienvenido de nuevo :D
EliminarNos leemos ;P