viernes, 24 de julio de 2015

Primera experiencia: de prácticas en Cuidados Paliativos

Hola :)

Llevo muchísimo sin pasarme por aquí :S; estoy ocupadísima jeje 

Espero que me perdonéis y no os olvidéis de mi querido blog ;P

Bueno, a lo que vamos. 
No sé si os lo comenté; estuve de prácticas durante un mes en un hospital de la zona y tuve la oportunidad de pasar un tiempo en el servicio de Cuidados Paliativos.

elmundodetrilicienta.wordpress.com
Al principio, mi reacción fue de rechazo, porque me apetecía algo más "médico", como Quirófano o Urgencias. No quería sentirlo así, porque he leído y vivido lo suficiente como para saber que de todo se puede aprender y casi todo se puede disfrutar o al menos hacerlo menos desagradable si se va con la mente abierta y buena actitud, pero eso no impidió que durante el primer día me encontrara un poco desanimada.
Menos mal que mi tozudez y sentido común me rescataron (ya que tengo qué estar aquí durante x tiempo, ¿para qué hacerme mala sangre? Voy a intentar disfrutar y aprender) y desde el mismo segundo día comencé a, como he dicho, aprender y disfrutar :)

No sé si habéis estado alguna vez en un servicio de estas características, así que os voy a explicar cómo funcionaba el servicio en el que estuve yo. 
Hay pacientes que residen en la planta, y el médico responsable hace la ronda por la mañana y por la tarde; el resto del tiempo, los que están al pie del cañón con los residentes son l@s enfermer@s y auxiliares por una parte y psicólogos, trabajadores sociales, voluntarios... por otra. 
Esto significa que de Medicina como tal no aprendí durante el tiempo que estuve allí, porque como ando muy ignorante todavía en síndromes y enfermedades neurodegenerativas, accidentes cerebrovasculares etc, y de los tratamientos no me comentaron nada (y me dio apuro preguntar al equipo de enfermería; tal vez eso fue un error). 
Cierto es que podía haber preguntado, consultado en libros y demás, pero no lo hice porque me pareció que eso no es lo importante en una planta como esta (hablo desde la perspectiva de estudiante de Tercero en prácticas). Lo importante, en lo que yo me fijé y lo que exprimí lo más que pude, fue el trato de los trabajadores hacia los residentes. Había cariño, bromas, familiaridad, regañinas... Amor. Mucho amor y humanidad; nada de compasión sino fuerza y ganas de tirar para adelante en la medida de lo posible.

Todas las mañanas pasaba un rato con el equipo auxiliar- enfermer@, que hacían las curas, lavaban y vestían a los residentes y mudaban las camas. 
Sé que mi labor el día de mañana no será hacer camas, pero ver y sentir de primera mano lo físicamente agotador y fundamental para los residentes y para el funcionamiento general del servicio que es ese trabajo me hizo darme realmente cuenta (¿sabéis esa sensación cuando sabéis algo con la cabeza pero no con el corazón?) de que la Medicina no aporta tanto a los pacientes, en su condición de personas completas y complejas, como se cree en general (a mí siempre me han transmitido esa sensación mis profesores, las películas, anuncios, series...).
Esas otras profesiones que algunos tachan de "fáciles" (como psicología, trabajo social, educación social...) son imprescindibles para estas personas; enfrentarme a esta realidad me ha hecho reflexionar y ser consciente de cómo quiero ser como persona y como estudiante de Medicina (y como médico en el futuro).

Quiero ser humilde, humana, hábil, profesionalmente competente, comprensiva, paciente, transmitir alegría, no juzgar, animar a seguir adelante y hacerlo yo misma.