viernes, 12 de mayo de 2017

Rotación por Ginecología y Obstetricia (Quinto)

Me flipa la Obstetricia (a grandes rasgos es la parte de la especialidad que se encarga del cuidado del embarazo). Me maravilla cómo el cuerpo de una mujer cambia para albergar una vida (¡una vida!) en su interior. 
Me fascina el proceso fisiológico, la patología obstétrica, los partos... (ya hablaremos de eso en otra ocasión 😉) 

También me gusta la Ginecología (a grandes rasgos es la parte de la especialidad que se encarga del cuidado del aparato reproductor de la mujer en todas sus vertientes) aunque reconozco que algo menos que la Obstetricia; de hecho me gusta el aparato reproductor femenino en sí. 


Así que, como supongo ya habréis deducido, he disfrutado como una enana con zapatos nuevos en esta rotación :)

Esta es una especialidad muy amplia (si queréis que os cuente más de ella me lo podéis dejar en los comentarios) y yo no he podido pasar por todos los servicios, pero aun así me he quedado contenta y, sobre todo, con ganas de más.

Voy a dividir esta entrada en las dos ramas principales de la especialidad; por un lado la Gine y por otro la Obstetricia.

De Gine he visto muy muy poco, solo una intervención quirúrgica oncológica. Pero ha sido de las pocas cirugías en las que he comprendido en casi todo momento qué estaban haciendo y cuáles eran las estructuras anatómicas, así que me encantó (esto no tiene más misterio que el de que cuando te gusta algo lo aprendes mucho mejor, y así como no recuerdo casi nada de la anatomía de otras partes del cuerpo del aparato reproductor tengo algo de más idea).
También estuve en una guardia (no veinticuatro horas, que nadie se me escandalice; solo una mañana) y atendimos también varias consultas ginecológicas.

La mayor parte de mi rotación, en cambio, la pasé en Obstetricia: he estado en ecografías de segundo y tercer trimestre, la planta de puérperas (puérperas son las mujeres que acaban de parir) y en partos. Me hubiera gustado rotar también por la planta de embarazo patológico, pero no pudo ser.
Esto es un pie. ¡Un pie! Fuente

A muchos compañeros las ecos les parecieron aburridas; es cierto que es rutinario, sistemático y que si no las haces tú y solo miras puede hacerse un poco pesado, pero yo no me aburrí en ningún momento. 
Es que veréis, las ecografías y yo tenemos una relación de amor odio. Cuando no las entiendo (o sea, siempre hasta estudiar Radiodiagnóstico y casi siempre ahora porque sigo sin tener práctica) me pongo mala, pero si me las explican todo cobra sentido y es una p-a-s-a-d-a. 
Los fetos se mueven, les late el corazón, les cuentan los deditos de las manos y de los pies, se comprueba la longitud del fémur, cuánto diámetro tiene su cabecita...  
No, definitivamente no me aburrí ;)


La planta de puérperas es muy distinta a cualquier otra planta en la que haya estado, porque como parir es un proceso fisiológico que suele ir bien la intervención de los médicos es poca. Vigilar que todo vaya bien, comprobar las analíticas y las heridas, prescribir hierro y/o heparina...  Hice un tacto vaginal "light" para comprobar el buen estado de una episiotomía ^^ (estoy súper orgullosa jajajaja).

Por último, los partos. Vaya con los partos. No me voy a extender mucho porque esa guardia en la que vi mis primeros tres partos se merece un "Primera experiencia médica" por todo lo alto. Ya os avisaré cuando lo publique ;P
Pero, de verdad, qué barbaridad. Qué increíble el esfuerzo de las madres, la dedicación de todo el personal, los aparatos, las siglas, la hemorragia, los instrumentos... ¿Y las cesáreas? Joder con las cesáreas. Sangrientas, brutales, urgentes... No me las imaginaba como realmente son, desde luego.


Y esto ha sido todo por hoy, amig@s :)

¿Os gusta esta especialidad? ¿Habéis rotado por ella? ¿Os llama la atención?
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