Has entrado.
¡Has entrado!
¡HAS ENTRADO!
No cabes en ti de gozo, ya lo sé.
No soy tan distinta de ti como para haberlo olvidado.
De hecho, espero no olvidarlo nunca.
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Después de tanto esfuerzo, tanto estrés, tanta angustia subconsciente... la luz. |
Bien, has entrado, ¿y ahora qué?
Cómprate una bata. Todavía no sabes lo que te vas a emocionar el primer día que lleves tu bata puesta en las primeras prácticas.
Bueno, qué gilipollez. Claro que lo sabes.
¡Y material de papelería! Bolis de colores, subrayadores de colores, post its, marcapáginas, cuadernos... Lo bien que te lo vas a pasar eligiendo qué necesitas.
Te vas a arreglar mejor con papel y boli. Qué se le va a hacer, una es más analógica.
No por eso vas a dejar de hacer lo que hay que hacer con el ordenador. Es más, vas a terminar decorando los Power Points que da gusto.
Confía en ti, que lo vas a hacer.
No vas a morir de agotamiento mental. De verdad. El cerebro no se te va a derretir; te lo digo yo que sigo funcionando con el mismo y está cada día más grande, más fuerte y más capaz. Y más guapo.
Vas a poder con todo lo que te echen. Que sí. Que vas a sobrevivir. Te vas a sorprender a ti misma con todo lo que vas a ser capaz de hacer.
Te vas a agobiar. Uy, sí. Mucho. Te vas a agobiar pensando que te vas a agobiar, te vas a agobiar cuando se agobien tus compañer@s, te vas a agobiar cada dos por tres cuando te parezca que tienes que hacer muchas cosas y que tienes que hacerlas muy bien, te vas a agobiar cuando creas que has cometido algún error, te vas a agobiar cuando se acerquen los exámenes, cuando veas entrar a repetidores por la puerta, cuando leas blogs de estudiantes mayores, resis o adjuntos y te preguntes "¿y yo qué coño quiero hacer con mi vida?" y no tengas respuesta.
Te vas a agobiar.
Bien, ¿y?
Y nada.
Porque tal como te agobiaste te desagobiarás. Harás lo que hay que hacer, a veces mejor y a veces peor, terminará el curso y te dirás con sorpresa: "¡Anda, mira! ¡Si lo he hecho!" y te irás creyendo cada vez más lo capaz que eres.
Y todavía dudarás de ti misma, ¿eh? Y te convencerás un poco más. Y volverás a dudar, y te volverás a convencer.
Esto es así. Lo único que permanece es el cambio y la evolución. Y yo sé que tú sabes que va a ser hacia delante.
Enlazando con el punto anterior, vas a cambiar de táctica varias veces. De táctica de tomar apuntes, táctica de estudiar, táctica de prepararte un examen, táctica de llevar los agobios, táctica de trabajar en equipo... Y NO PASA NADA. ESO ES LO NORMAL. Es más, ESO ES LO SANO.
Estás en cambio constante, es la ley de la naturaleza.
Lo importante es que cada vez te conocerás mejor, sabrás qué te conviene y qué no y, aunque las circunstancias de un curso sean distintas a las del curso anterior, y tú te sientas diferente, siempre encontrarás el camino de vuelta a ti y a tu éxito.
Que tu éxito NO es hacerlo todo bien. Tu éxito es que lo que estás haciendo, aquí y ahora, te llene. Mirarte al espejo, reconocerte y estar orgullosa de ti. Encontrar el camino y la forma de hacer las cosas que a ti, tal y como eres aquí y ahora y con las circunstancias que tienes aquí y ahora, te funcione y te haga feliz. Dar lo mejor de ti sin vaciarte del todo. Conocer tus límites, respetarlos, explorarlos y empujarlos un poco hacia afuera. Ser cada vez una mejor versión de ti misma.
No te olvides de disfrutar.
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¿Qué cojones? ¡Pues claro! |
Por si se te olvida cómo, aquí te dejo unas cuantas ideas.
Sé valiente y socializa. Sé que puedes hacerlo. Sé que sabes que puedes hacerlo.
Vas a conocer a gente maravillosa, tan maravillosa que aun hoy saltarías corriendo de una acera a otra para darles un abrazo. Así que dales una oportunidad. Déjales entrar.
Y los que no sean tan maravillosos también te aportarán cosas.
Así que socializa. Merecerá la pena igual.
Ya, ya, todo esto está muy bien. Pero ¿y en concreto? ¿Cómo estudio, cómo tomo apuntes, cómo me preparo un examen, qué tengo que hacer en las prácticas, cómo hago los trabajos, etc etc etc?
Mira que eres impaciente.
Quieres saberlo todo ya.
Pues no. No funciona así.
Irás aprendiéndolo poco a poco.
Mientras vayas viviendo.
Lo importante es confiar en que lo harás.
Vivirás, aprenderás, y vencerás los obstáculos que vayan saliendo por el camino.
Eso es lo que implica estar vivo.
Alégrate por eso. Siempre.
LO IMPORTANTE ES CONFIAR.
De todas formas, por si te sirve te dejo aquí todo lo que he aprendido hasta el momento.
- Técnicas de estudio
-
Libros, libros, libros... ¿Compro o no compro? ¿Cuál?
Me voy a poner a estudiar:
-¿Dónde? ¿No te he dicho que esto es un cambio constante? Ya no voy tanto a la biblioteca ni estoy tan mal en casa; durante Quinto lo que mejor me fue fue el medio- medio: a las mañanas en la biblioteca, por las tardes en casa y algunos días solo en casa (cuando me daba pereza ir a la biblioteca).
-¿Cuándo? Para muestra, otro botón. Durante Cuarto me quedé muchos días a comer y a estudiar en el hospital (tenemos biblioteca), pero en el segundo cuatrimestre me planté y no me volví a quedar salvo fuerza mayor. Y eso que unos cuantos amigos se quedaban, pero dejó de funcionarme.
Si había que estudiar me ponía en casa, después de comer bien, echarme un ratillo y siempre dejando un rato para hacer deporte después.
-¿Qué me llevo?
Vale, entonces hemos quedado que me pongo a estudiar. ¿Y cómo hago? ¿Cuándo empiezo? ¿Cómo me organizo? (Impacienteee)
- Pues vas a descubrir que el sistema de las vueltas es el que mejor te va.
Vas a probar otros antes, claro. Y vas a decidir que no te acaban de convencer.
¿Y qué hemos dicho antes? QUE ESO ESTÁ BIEN, Y NO PASA NADA. No eres un desastre absoluto por no saber cómo hacer las cosas desde el principio.
- Ensayo y error, ensayo y error, ensayo y error. Estas son otras cosas útiles que vas a aprender.
¿Y coger apuntes? Así.
Que no te pienses que a mí no me queda por aprender, por evolucionar, por cambiar de táctica.
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Hace cinco años no habrías podido saber todo esto.
Y está bien así.
Si no ignoras algo, no puedes aprenderlo.
Si no te pierdes, no puedes encontrarte.
Si no has estado abajo, no puedes darte cuenta de cuando estás arriba.
Así que respira hondo, sonríe y da un paso al frente.
Comienza la aventura.